52 Aquéllos llegaron todos en paz al país de Judá, lloraron a Jonatán
y a sus compañeros y un gran temor se apoderó de ellos. Todo Israel hizo
un gran duelo.
53 Todos los gentiles circunvecinos trataban de aniquilarles: «No
tienen jefe - decían - ni quien les ayude. Esta es la ocasión de atacarles y
borrar su recuerdo de entre los hombres.»